La característica más espectacular y emocionante de las cordilleras central y septentrional de Costa Rica son los volcanes activos que forman sus altas cumbres.Activos no sólo hace uno o dos milenios; varios de los volcanes de su amistoso vecindario siguen funcionando con fuerza. Estos son
- Volcán Poás
- Turrialba
- Volcán Arenal
- Volcán Irazú
- Volcán Barva
- Volcán Orosi
- Volcán Tenorio
- Volcán Rincón de la Vieja
- Volcán Santa María
- Volcán Miravalles
Las tranquilas laderas montañosas del país, fértiles con el suelo de las erupciones de hace eones, son tierras ideales para los agricultores. La mayoría de sus picos volcánicos están clasificados como extintos o inactivos, pero nunca se puede estar seguro, como descubrió en 1968 el pequeño pueblo agrícola de Tabacón, en las laderas del Arenal. Todo el pueblo desapareció bajo la lava.
Visitar los volcanes de fácil acceso que rodean San José (Poás e Irazú) no es especialmente peligroso, ya que ahora sólo emiten gas y vapor, no lava. Sus cráteres llenos de agua y sus paisajes lunares son absolutamente fascinantes. Una excursión de un día a cualquiera de estos volcanes es una experiencia impresionante y memorable que no debe perderse. Otros volcanes activos de la Cordillera requieren un viaje en coche y pueden visitarse como parte de una excursión de un día o con pernoctación.
La mayor atracción, y cada vez más grande, es el dinámico volcán Arenal, cerca de La Fortuna. El Arenal es un enorme volcán de forma cónica. Cuando no está oculto por las nubes, se presenta como un enorme triángulo oscuro.
Estar tan cerca de un gigante tan poderoso conlleva una sensación de peligro bastante real, pero esta emoción añade mucho a la experiencia.
El atractivo añadido de Arenal son las aguas termales que brotan del suelo para alimentar arroyos de agua caliente, populares como simples pozas de baño o incorporadas a un balneario.